Él buscaba sigilosamente en el basural los atuendos que vestiría para sus funciones. Por cada luz roja del semáforo, representaba una escena distinta con guion improvisado, entreteniendo así a sus motorizados espectadores. De reojo, observaba cómo unos le ignoraban, mientras otros tocaban la bocina aprobando la función. Cayendo el telón, al encender la luz verde, culebreando entre los vehículos, suplicaba una chaucha que premiara su esfuerzo. El aplauso y el olvido –para él– estaba determinado por una línea delgada que colgaba de la refulgencia del semáforo, que tras cada minuto y medio le ofrecía otra oportunidad para cambiar su historia.
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Muy bueno. Logra transmitir las sensaciones del protagonista
Perfecto! Buena descripción, personaje y lugar , emotivo final .todo eso logrado en pocas palabras .felicitaciones!
Felicitaciones a Cristian.
Me encantó su microcuento.
Pude convertirme en el actor por unos breves instantes.
Interesante, logra impactar la historia porque es cotidiana, pero debe utilizar una palabra universal para designar el dinero, la contribución (moneda, chela, penique) en vez de chaucha, que es un término regional.
Cómo ensayo de Cuento en 100 palabras me parece bien. Pero falta mucho trabajo. A continuar con la lectura para hacer crecer la imaginacion
Maravilloso , màgico , lo que se vive diariamente ,transformado en Arte ..
Es un cuento corto, pero con mucha contundencia. Me gustó. Ideal para un «Santiago en 100 palabras» de METRO.
excelente, creativo, bien escrito
Guao me imaginé hasta la sonrisa y la cara sudada del maracarista para nosotros los ártistas el aplauso es la recompensa y el protagonista sabe que es el mejor .me encantó corto y me llevo con imaginación a el semáforo
Descibe en pocas palabras un situación cotidiana , alegría básica que se ve a diario en los semáforos….
Simple.Me gustó.
Hermoso! Me encantó el vocabulario, simple y muy descriptivo.
Cristian gracias por darme la oportunidad de tener otra mirada, a una actividad que veo diariamente, y al mismo tiempo la ignoro.
Una parábola sobre la posibilidad que tiene cada uno de crecer, en cada momento, o al menos para él cada minuto y medio, para otros será con cada paciente, o con cada proyecto, o con cada cliente… Se la leeré a mis hijos.!!
Interesante manera de ver el arte callejero, lo único que me hubiese gustado es que te explayaras más porque estaba interesante
Muy bueno. ¡Corto como el cambio de luces del semáforo! Me agradó.
Me gustó.
Una fotografía bien contada. Felicitaciones!
…gracias por el cuento…
El final debería ser contundente, por lo menos eso me interesa cuando de escribir micros se trata, porque el tratamiento de la trama es fugaz
Excelente, situación muy común en estos tiempos difíciles.
Es de admirar como hacen su mayor esfuerzo por ganar
para subsistir.
Me parece,muy interesante y a la vez,nos retroalimenta nuestro le’xico.Es muy importante,elcincremento de este para expresar muchas emociones…
Interesante, logra impactar la historia porque es cotidiana, pero debe utilizar una palabra universal para designar el dinero, la contribución (moneda, chela, penique) en vez de chaucha, que es un término regional.
Sencillo , demuestra la emoción de un oficio en pocas palabras.
Mi admiración por el escritor, ya que resalta una actividad que pasa desapecibida por el mundo, y muchas veces por mi.
Es importante tener presente siempre que los tiempos , la vida es un instante.
Excelente. La descripción del sentir del artista, es tal como lo percibo cada vez que soy testigo de una actuación «semafórica». Ni mas ni menos.
Me encantó. Me ví a mi misma esforzándome en malabares para lograr esa chaucha que símboliza el reconocimientos a la inventiva.
Vivir su vida, recrearla distinta cada minuto y medio, vida marcada al compás del destello de la luz roja de semáforo. ¿Cuántas vidas se pueden vivir y con qué profundidad cuando te cambian la luz? Me gustó. Me hizo pensar y seguir al personaje sl terminar su actuación.