El balde, por Patricia Kanacri

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Como Edgar Allan Poe dice: no puedes empezar un cuento sin haber pensado el final, “antes de que tu pluma toque la hoja”. Qué romántico la pluma,  el tintero,  pero bueno, sin distraernos aquí,  el final es sencillo, es a mi estilo, ustedes ya lo conocen. Él muere. Eso es lo que acabo de pensar, pero tengo que poner un argumento,  una historia detrás de su muerte.

Y tú te preguntarás ¿Cómo murió?, ¿qué le pasó?,  pues bien ahora te cuento.

Ella no sabía si sentir felicidad,  libertad o simplemente pena o tal vez temor,  pero estaba ahí estática mirando el cuerpo. Su expresión de asombro y la lluvia que la mojaba hacía que sus arruguitas alrededor de los ojos,  no se notarán tanto. Los vecinos salieron a mirar, a ayudarla, algunas la abrazaban, pero ella estaba como detenida en el tiempo.

Ahora te tengo que contar un poco de las circunstancias que rodeaban la vida de Luchita. Una mujer que escasamente sabía leer y escribir, le gustaba mirar la tele,  ¡pero que aburrida la descripción!  Hemingway dirá que las descripciones deben ser breves: empezar por lo psicológico y luego algunas características físicas,  pero muy cortas, en ese caso podría ser,  ella era una mujer sometida,  triste,  bajita y rechoncha,  encargada de los quehaceres del hogar.

Roberto llegaba todos los días tarde de su trabajo como estibador del puerto. Ese viernes por la tarde, lluviosa tarde,  salió del trabajo, sus compañeros  dijeron “pasemos al bar” así es que allí se entretuvo por un par de horas, sabiendo que con unas copas se envalentonaría  para enfrentar su monótona y terrible vida casera y por sobre todo a su mujer.

Salió del bar, la lluvia arreciaba, pero a él no le importaba mojarse,  bamboleándose cerro arriba, por una esas colinas que circundan Valparaíso, se subió el cuello de la raída parka. Al fin y al cabo, igual tenía la esperanza que ella lo estuviera esperando con unas sopaipillas pasadas que lo harían entrar en calor.

Para variar ella estaba recostada mirando televisión con un paquete de papas fritas en la mano, él se sacó la chaqueta empapada y  sin mirarla siquiera,  se dirigió a la cocina.

─¡¿Y no me esperaste con sopaipillas?¡

─Déjame tranquila, no me molestes. ─contestó enfurruñada. En realidad no era molestia, era odio, estaba tan aburrida de él, de su violencia, de su maltrato, de su olor a vino, de sus palabrotas, de los viernes.

─Mejor te fijas en esa gotera,  vamos a estar toda la noche así y como está lloviendo no nos va a dejar dormir, ─dijo seca,  mostrándole el balde que recogía una gota de un interminable y cantarín drip drop drip drop  que estaba en la mitad de la pieza.

Pero en este cuento no hay tensión ¿dónde está la emoción? ¡Está muy  plano¡ “¡Tienes que acordarte de la curva de Aristóteles, para contar un cuento!” diría mi profesor.

Bueno,  pues volvamos atrás. Iba llegando a la casa con paso inseguro en la penumbra del anochecer, la cortina de agua le nublaba su visón, cuando creyó  ver la sombra de un hombre que salía por la puerta trasera. Cuando entró a pesar de su mareo y su mente confundida por el vino,  la encontró sonriente y muy arreglada,  bastante peinada para ser las ocho de la tarde. Sin que le cupiese ninguna duda,  la empujó sobre la cama.

─Desgraciada, me estás engañando ¿quién es ese tipo que alcancé a ver?

─No, no, ¡otra vez! y dale con lo mismo, son solo imaginaciones tuyas,  el vino, estás curado otra vez .Con esta media lluvia ¿cómo se te ocurre que voy a estar con alguien? y más encima te preparé sopaipillas.

─No te creo nada mujer. Y sin mediar más palabra la volvió a empujar.

Ella inmediatamente se trató de defender,  cubriéndose la cara con los antebrazos, mientras él tiraba manotazos donde cayera, hasta tirarla al suelo,  pero estaba tan ebrio que no le atinaba a nada, eran patadas en el aire. Mientras ella lo miraba por entre sus dedos

─Uff, ni pa’ eso sirve ─pensó, aburrida.

En realidad esto es lo que siempre sucedía cuando llegaba del bar todos los viernes. En su fuero interno ella deseó que no estuviera más, que desapareciera. No tenía la fuerza para dejarlo, se apoderaba de ella un sentimiento contradictorio de sumisión y rebeldía.

Había escuchado que con imaginarse la situación que quieres, que tarde o temprano, se hará realidad, que el universo se pone en marcha para cumplir tus deseos, eso es lo que hizo Luchita. Con tanta fuerza pensó ¡qué ganas que no esté más, qué ganas de qué se vaya, qué ganas de estar sola! y se imaginó sola feliz, tranquila así podría  olvidarse de su miedo a los viernes. Habría dificultades, pero no le importaban con tal de vivir tranquila,  Dios proveerá se dijo.

Habiéndola dejado en el piso,  él se incorporó y trastrabillando fue al living donde tropezó con el balde que juntaba el agua de la gotera, miró hacia el techo y sí, era una enorme gotera que se proponía no dejarlos dormir. Un poco más despejado, buscó  un trozo de nylon y piedras del cerro.  Colocó la escalera y se trepó para tapar el hoyo del techo. Si las cosas hubiesen estado más calmadas,  ella le había dicho “Cuídate que el techo está resbaloso por la lluvia” pero no hubo nadie que le advirtiera nada.

Luchita se fue a sentar al viejo y raído sillón, a rumiar su odio y allí se quedó mirando a la nada, abstraída.  Para Hitchcock,  esta sería una oportunidad perfecta, especialmente creada para el asesinato,  como lo hace Norman Bates en Psicosis.

Pero, volviendo al relato, “Luchita, aprovecha para deshacerte de él,  no se va a notar, solo tienes que empujar la escalera, la lluvia y el barro borrarán tus huellas”. Sacudió la cabeza, alejando de allí los pensamientos criminales, mientras él se encaramaba en el techo, una y otra vez subía y bajaba en busca de las piedras que sostendrían el calamitoso  parche que afirmaban las cuatro puntas para que no se volara,  sin embargo, la lluvia no cesaba,  de pronto, resbaló, perdió pie y cayó aparatosamente el suelo.

Ella sintió un golpe seco,  el ruido de la lluvia era tan fuerte que amortiguaba todos los demás sonidos,  sin embargo algo la hizo levantarse del sillón donde se había acurrucado. Al salir al patio  lo vio tendido en una postura cómica, se acercó lentamente, mientras el agua la empapaba, y con el pie lo empujó, diciéndole

─Ya puh, muévete,  ¡está lloviendo a chuzos!

Tardó unos minutos en entender, lanzó un grito. Ya se habían empezado a juntar los vecinos,  alguien se acercó,  lo tocó y dijo con  parsimonia.

─El vecino está muerto.

Las mujeres gritaron,  ella estupefacta,  ni siquiera sabía cómo reaccionar, algunas la abrazaban, “llamen a la policía”,  dijo otra,  de pronto mucha gente se reunió en círculo alrededor del cadáver.

Y llegamos al desenlace del cuento, si lo hubiese matado, habría que haber inventado interrogatorios, huellas, detectives y otros,  y ya no sería un cuento. Como Cortázar dijo “la novela siempre gana por puntos, mientras que el cuento debe ganar por nocaut”.  ¡Y mira lo que puede hacer una gotera!

Pasada las horas y una vez que se hubo levantado el cuerpo, ella entró a su casa,  casi tropieza con el balde y al darse cuenta el techo ya no goteaba, no goteaba más. Por fin dormiría en paz.

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Carola andrade

Ooohhhh, me dio tristeza por esa pareja, por la vida monótona que llevaban, por la poca visión de disfrutar los días juntos, es increíble lo asesino que puede ser la rutina…. interesante relato.

Myriam Weinstein

El relato me gustó. Y cambiar el curso de historia que comenzó a contar lo hace diferente a un relato habitual.

james

bastante didáctico

Laura

Muy buen relato, pero triste, perdieron su vida en pareja abrumada por la rutina, cuando debieron ver lo bella que es la vida con un compañero, ahora se quedará sola y no soportará la vida tan fría en solitario. Debemos valorar la belleza de la vida y lo que ella nos ofrece.

Lily

Me encantó que las breves descripciones pudieran hacer que mi imaginación completara la información, y pude visualizar claramente a los personajes, la casa y su entorno.

Angélica Muñoz Marchant

Me pareció un excelente relato, felicitaciones. Lo utilizaré como ejemplo para motivar a mis alumnos a escribir un cuento. Gracias.

Micol

Muy Buen logro donde transforma una vida rutinaria muy común en un relato bastante entretenido y dinámico.
Felicitaciones Patricia!

Gabriel Rojas Iglesiad

Paty es sorprendente como escritora. Maneja muy bien los tiempos, la tensión y la atracción permanente en la trama. Me encantó

Cristina

Estuvo muy bueno! Y el final completísimo al igual que la descripción de los personajes junto con el entorno:)

Ramiro Oliveros

Muy bueno tu cuento Patricia, me gustó el juego de referencias a grandes de las letras. La metaficción tácita que se desarrolla entre personaje y autor es sumamente atractiva y no pretende ser más que un juego de posibilidades, un tablero en el que Kundera podría tomar las alternativas que en la vida real se desechan al escoger una en particular. Felicitaciones !!

Jorge Fernandez

Patty, un muy buen relato. Con un toque de humor negro inclusive. Buen trabajo de metaficción incorporado en la trama. Felicitaciones!!

Ramiro Oliveros

Buen cuento Patty, me gustó esas menciones a grandes de las letras. La metaficción tácita que se da entre personaje y autor es súper atractiva. Kundera se preguntaría como la alternativa que no tomamos podría generar un efecto mariposa de posibilidades inimaginables, tal como una gotera un tsunami de emociones. Felicitaciones!

Julián

Patricia, es gracioso que durante el relato hubieses dado luces de la curva. Me parece genial la mención de otros autores, pues es la forma que adquirí desde pequeño para ampliar mis rudimentarios conocimientos de Literatura.
En cuanto al escrito, logras poner en el papel un lenguaje tan cotidiano, que por momentos, logré escuchar los diálogos junto a la lluvia, con lo cual, su lectura se hace demasiado fácil. El final inesperado relacionado con la tranquilidad y los constantes vaivenes de maldad y bondad en la cabeza de «Luchita» siento que están muy bien logrados.
Abrazos.

Luis Zaror

Excelente contrapunto, entre la teoría de escribir un cuento y como logra desarrollarlo. BUENO!!!

Tatiana Otero

Muy buen relato, es totalmente franco y logra llegar a las emociones por lo mismo.
Me imaginé a Luchita con su delantal con bolsillos dentro de esa casa que era su mundo, pensando ahora que podría comer sopaipillas cuando tuviera ganas y se las haría sólo para ella.
Felicitaciones a la escritora

Monica

diferente, entretenido, didáctico. me entretuve y me emocionó tambie,. Felicitaciones.

Erick

Buenisimo este relato te sumerge en la historia el lugar y sus personajes.
Ademas te enseña una manera fresca de como crear un relato…. Buenisimo!!!

Susanna Pallavicini

Patty, gracias por este hermoso y profundo relato, gracias por mostrarnos en tu pluma a tan buenos autores. Hoy eres la nueva escritora maravillosa y dedicada, esto se hace presente en tu narrativa. Gracias.
Susanna Pallavicini.

Cecilia

Felicitaciones Patricia!! Buena la estructura del cuento. Y me atrapó su lectura!!!

Sofía levin

Buen relato fue emocionante la historia.

Maritza

O conozco mucho la metaficción, un relato rápido y liviano.
Historia común en los barrios más humildes.
Deseo cumplido si ensuciatse las manos y sin cargo de conciencia.

Lina Estrella

Hola Patricia
Quizás mi comentario va ser muy básico, ya que soy nueva en esto de la escritura, es un relato en el que está muy de moda por estos tiempos, la falta de amor, vivir por vivir,
Quizás le uviera puesto un poco más detalles
Gracias

Patricia

Muchas gracias por todos sus comentarios tan estimulantes. Gracias

Darline Barón

Me gustó, es bueno. Es una historia común contada de una forma distinta. Muy bueno.

Moira Riquelme V.

Me mantuvo expectante y aunque sabía el final la manera de relatarlo me cautivó.

Leticia

Muy bueno tu relato Patricia, felicitaciones!!

Nancy Donoso

Didáctico, entretenido, lograste hacer que una historia simple sin mayores bemoles captara la imaginación colectiva. Buenos los alcances literarios. Te felicito

Juan Pablo Rochette

Hola Patricia, tanta pandemia de por medio. Te has superado enormemente. Tu cuento me entretuvo de principio a fin. Muy buenas las referencias a los autores que citas (enseñas). El ambiente, la situación y los personajes muy logrados. Conocí tus primeros trabajos y debo reconocer que tu talento más el taller han rendido notables frutos en tu faceta de escritora. Saludos

Gustavo

Interesante creación . Bendición

Sisy hianel

Me gusto!
Un cuento dirigido, breve, conciso.
Felicidades.

sergio meza

Dos cosas interesantes a mi entender: la descripción de los personajes que, por lo folklóricos, son fáciles de entender y el desenlace que arrastra un situación que está entre alternativas. Me recuerda otros cuentos nacionales con objetivos similares.

Mari

Que bien , logras el interés del lector, y nos enseñas didácticamente. Gracias

Susana Vega Araya

Patty !! Te felicito , remueves emociones con tu estilo tan gráfico, que buen relato de una vivencia tan rutinaria…
Entretenida lectura, a pesar del tema en si

María Juliá

Felicitaciones amiga me encanto, es tu pasión, me encanta que estes escribiendo cariños

ximena

Lamentablemente, el relato descibe de manera clara una situación social real-.
Situación que tal vez no tiene muchas salidas, la viven protagonistas de opacas vidas arrastrados por la monotonia que cubre la pobreza y la desesperanza-

Héctor Sandoval O.

Me encantó el relato y como me transportó desde la primera línea a la última. Felicitaciones!

Jaime Luengo F.

En muchos espacios del mundo, donde el hombre trabaja en condiciones paupérrimas , donde el incentivo por vivir se muere cada día , donde la rutina se transforma en un enemigo de las relaciones humanas, donde la miseria esta encostrada , donde la humildad no vasta para seguir adelante con la vida, claramente todo da lo mismo .En este caso la gotera lleno el balde de la de la esperanza y la desgracia termina por coronar un hogar sin posibilidades de lograr un mejor pasar, bastante húmeda la tención.

Ronnie

Muy buen relato. Una mujer cuya vida tiene una gotera, que no la deja dormir y la inunda: su marido. Sutil metáfora que se va fusionando con la historia, donde el mismo hombre con su muerte tapa los agujeros y permite que la vida de ella siga con normalidad. Felicitaciones Patricia.

Andrea

Genial! Rápido,entretenido muy didáctico ,pude transporte al sonido de la lluvia mientras se discutía entre ellos!
Felicitaciones

Jacqueline Rodríguez

Felicitaciones Patricia, me encantó como realizaste la metaficcion. Bravo

Cecilia Finsterbusch

Me encantó, un relato inteligente.

Octavio Fernández

Excelente cuento y buena forma para aprender a crear mejores escritos.

Octavio Fernández

Al principio pensé que sería menos interesante al entender que daría significado a un simple balde. Pero… no considero que se utilizaron nuevas técnicas para comprender mejor los cuentos.
Buen cuento !!!

monica

me encanto, es entretenido y dramático al igual de algo de suspenso. y una historia muy real que se oculta la idea de no soportar tanto

Erika Pinochet

Rapido,dinamico y entretenido, muy buen trabajo

Elens

Buen trabajo , me entretuve , me encanta leer .

Cristóbal Vega B

Me pareció interesante la metaficcionalidad, como una historia común de una pareja de porteños cualquiera puede alcanzar ribetes de emoción o espectacularidad con sus comentarios al margen, ya sea referidos a la misma historia o a técnicas de escritura que ayuden a como entender el final. Sin dármelas de crítico pues no lo soy ni pretendo serlo, solo reparé que el lenguaje de la pareja en crisis le falta quizás más modismos o expresiones coloquiales para así hacerlo más vívido pero lo demas esta muy bien. Gracias

Paulina

Buenísimo

Jessica

Hola!
Los personajes son lo que hacen la historia, para mi fue un más allá. Atravez de los saltos, mantenía una lectura informada de tus conocimientos lo que me hizo sentirme más cercana con l@ autor@ . ¡Felicitaciones!

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